El sector de la corrupción en España no iba a ser menos que
el resto de sectores económicos y se ha visto afectado de manera importante por
la crisis que vivimos en los últimos años. En las últimas décdas, la corrupción daba trabajo a gran
cantidad de personas en nuestro país y era uno de los pilares básicos de la economía
española. Sin embargo, poco a poco han ido quebrando las empresas más
importantes del sector y dejando en el paro a miles de trabajadores. Todo empezó con la suspensión de pagos de los
Laboratorios Gürtel, la industria señera de la Comunitat Valenciana. Después
siguieron las bancarrotas de otros iconos del sector como Industrias ERE en
Andalucía, Inmobiliaria Púnica en Madrid y más recientemente la gigantesca
financiera catalana Pujol e Hijos SL. Este descalabro ha dejado sin empleo a una amplia capa social que ahora se ha visto en el trance de malvivir refugiada en Parlamentos
Autonómicos. Incluso, algunos han tenido que acudir a Centros Penitenciarios
para poder seguir subsistiendo.
No obstante, y como ha sucedido con otros profesionales,
estamos asistiendo al fenómeno de la exportación de talentos en materia de
corrupción que están demostrando su gran cualificación y las especiales dotes
que para esta especializada tarea tenemos los españoles de manera innata. Así,
acabamos de asistir a la detención por la policía del Vaticano de Monseñor
Vallejo por filtrar a la prensa documentos sensibles de contenido económico.
Este emigrante español consiguió un empleo como tapadera en la Comisión
Económica que creó el Papa Francisco para analizar las cuentas de la Santa
Sede. En pocos meses, Monseñor Vallejo ha puesto en marcha sus dotes y dejado
bien a las claras qué país lidera el sector de la corrupción en la Unión
Europea y, a no mucho tardar, en todo el mundo.
Preguntado el ministro de Asuntos Exteriores García-Margallo
al respecto, no ha podido ocultar su entusiasmo: “Una vez más llevamos la Marca
España con orgullo por todo el mundo, dejando bien claro de lo que somos
capaces los españoles”. Y añadió: “Quiero felicitar públicamente a Monseñor Vallejo porque
no es fácil lo que ha conseguido y eso demuestra que con esfuerzo y talento se
pueden alcanzar grandes metas. Es un ejemplo a seguir por nuestros jóvenes
corruptos”.
En este sentido, diversas fuentes apuntan a que detrás del escándalo
Volkswagen está, sin duda, la mano de un corrupto español. Al parecer, este
individuo no ha querido revelar su identidad por motivos de seguridad pero fue
el creador del plan de trucaje del software de las emisiones de los coches
alemanes. “Está claro que esta gente tan cuadriculada es incapaz por sí sola de
planificar una estrategia tan brillante, sólo podía ser obra de un español
altamente cualificado en materia de corrupción”, añadieron nuestras fuentes.
Es evidente, por tanto, que el futuro de la corrupción en
España pasa por la exportación de los jóvenes talentos que sigue produciendo
nuestra inagotable canterar de corruptos para liderar ambiciosos proyectos en
todo el mundo. Nuestros profesionales de este campo son ahora los más
demandados y ya se están abriendo camino en los más difíciles mercados y pronto se irán viendo los resultados de su alta especialización.
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